Las Islas Caimán son una colonia de ultramar del Reino Unido, por ende sus ciudadanos tienen pasaporte del Reino Unido y son regidos por un gobernador puesto por la reina de Isabel II. Las Islas Caimán son el territorio más rico y estable económicamente del Caribe, ubicadas al noroeste de Jamaica.
Fueron descubiertas por Cristóbal Colón el 10 de mayo de 1503 en su cuarto viaje a América y en 1586 Francis Drake atracó en las islas, siendo el primer inglés que las visitara, bautizándolas como Islas Caimán.
Las Islas Caimán son uno de los mayores paraísos fiscales de América, no se pagan impuestos, en los bancos no se debe dar el nombre ya que las cuentas son solo numéricas, una vez abierta la cuenta se transfiere el dinero desde el país de origen por Internet. No se paga por impuestos por él como en el resto de países y nadie sabe dónde está guardado por el secreto bancario.
Una vez que nuestro crucero llego a la isla uno queda inmediatamente impresionado por el color turquesa y cristalino de sus aguas, para llegar al muelle se debe hacer en unas pequeñas balsas.
En este paraíso lo más recomendable es disfrutar de sus hermosas playas y actividades en el mar, en mi caso tome la decisión de ir a Stingray City con la finalidad de nadar en su estado natural con manta rayas. A parte de una de las aguas con el color más impresionante y cristalino que he visto, ya llegar a este santuario de la naturaleza se hace agradable ya sea en lanchas o en veleros.
Estos pequeños animales son muy amistosos e inofensivos y se acercan a los turistas a comer pequeños calamares que entregan los guías turísticos, ellos también las toman en brazos para que uno pueda tocarlas o para que ellas te hagan un pequeño masaje en la espalda. Son tan mansitas que parecen perritos falderos. Aunque el color de las aguas parece el de una piscina, se trata del mar, realmente increíble.
Ya de regreso a la capital de Georgetown, que es un gran centro financiero por la cantidad de empresas y bancos, uno se puede percatar inmediatamente del orden y limpieza que se vive y se ve en la isla. Las casas se ven relativamente nuevas y muy bien arregladas, esto es posible que se deba a que la isla es permanentemente azotada por huracanes. Los vehículos circulan por el lado izquierdo como en Inglaterra o Australia y son muy gentiles para manejar a diferencia de otras islas en el caribe.
Definitivamente es un paraíso, sobre todo sus playas de arena blanca, se dice que la mejor playa del caribe esta en las Islas, "Seven Miles Beach", una playa de 7 millas de arena blanca y palmeras, de aguas color turquesa y prácticamente desierta. También se puede ver muchos hoteles famosos a lo largo de la playa.
También tuve la oportunidad de ver en el medio de la calle un caimán, motivo del nombre de la isla, intente tomarlo, pero escapo cuando me acerque.
Esta parada del crucero fue fantástica pero muy corta, son las islas más bellas que he visto en el caribe, sin dudas me encantaría repetir esta experiencia quedándome un par de días y aprovechar de mejor manera las actividades que ofrece esta fantástica isla.