El titulo o lo que se viene a la cabeza al escuchar la palabra Ámsterdam, no es un mito, de verdad el consumo de drogas no es ilegal y es fácil comprarla en locales establecidos, se siente su olor en cada esquina, las prostitutas se exhiben en ventanas a vista y paciencia de todos, pero aun así es una ciudad encantadora, incluso para los mas conservadores. Ya sea por curiosidad, por ganas de vivir la vida loca o simplemente porque esta de camino hacia otro destino Ámsterdam es una ciudad que debe ser visitada y vivida por todo viajero.
Ámsterdam es la capital oficial de los Países Bajos. Fue fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero. Sin embargo, en la actualidad es la ciudad más grande del país y un gran centro financiero y cultural de proyección internacional.
La llegada a Ámsterdam
Junto a Verónica aterrizamos en el aeropuerto Ámsterdam-Shiphol, que se encuentra a unos 3 metros por debajo del nivel del mar, siendo por esto el aeropuerto más bajo del mundo. Por tráfico de personas, es el mayor aeropuerto de Holanda, el cuarto de Europa (tras Londres Heathrow, Fráncfort y París Charles de Gaulle), desde allí tomamos un tren hacia el centro de la ciudad.
Los canales
Por su abundancia de canales es conocida coloquialmente como la Venecia del norte, por sus más de 100 kilómetros de canales, unos 1500 puentes que los cruzan y alrededor de 90 islas.
Los tres principales canales son el Herengracht, el Prinsengracht y el Keizersgracht, que fueron construidos en el siglo XVII durante la época dorada neerlandesa, forman cinturones concéntricos alrededor de la ciudad.
Esta área de la ciudad del siglo XVII, delimitada por el canal Singelgracht, ha sido incluida por la Unesco en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
El Barrio Rojo
Entre las zonas más populares de la ciudad se encuentra el barrio rojo o “Red Light District”, por el color de las luces que iluminan los locales donde se exhiben las prostitutas que trabajan en esta zona de la ciudad. La prostitución en Holanda está completamente legalizada en zonas designadas para ella. La Zona roja está ubicada en pleno centro de Ámsterdam.
Leí en internet que está absolutamente prohibido tomar fotografías en el barrio rojo, es por ello que fui muy cuidadoso para hacerlo y evitarme así un mal rato o me quitaran la cámara.
Con respecto a las famosas ventanas donde se exhiben mujeres, travestis y hasta hombres, las hay de todos los colores, razas, tamaños, etc. Nos sorprendió mucho ver asiáticas, mulatas, afroamericanas, latinas, nórdicas, altas, bajas, flacas, gordas, rubias, morenas, pelirrojas, top models y mujeres no tan agraciadas, en resumen, para todos los gustos.
De acuerdo a lo que vimos, la persona vitrinea (literalmente las ventanas) acepta el monto que le piden entra a la cabina y cierran las cortinas, lo que indica que la chica en su interior está trabajando.
El centro histórico
El centro histórico de la ciudad fue construido en gran parte en el siglo XVII y es hoy en día uno de los centros históricos más grandes de Europa. En aquella época se construyeron una serie de canales semicirculares alrededor del casco antiguo ya existente de la ciudad. Después se edificaron las nuevas calles que ahora habían sido creadas con casas y almacenes en un estilo típico holandés que es una de las imágenes más famosas de Ámsterdam y del país.
Navegación por los canales
Con Verónica tomamos la decisión de navegar por los canales de la ciudad así como lo hemos hecho en otras ciudades del mundo. Sin dudas fue una excelente decisión, la hermosura de los canales, los puentes iluminados y especialmente las luces de neón (rojas) de muchas casas alrededor de los canales hacen del viaje una romántica velada.
Una fiesta electrónica en Ámsterdam
Una de las cosas que no queríamos perdernos con Verónica en nuestra visita a Ámsterdam era asistir a una de sus famosas fiestas electrónicas, es por ello que compramos tickets por internet para uno de sus más famosos clubes nocturnos llamado “Escape”. Lo primero que nos sorprendió fue que afuera de todos los clubes, discotecas y bares era posible ver centenares de bicicletas estacionadas, algo que acá seria ultra poco glamoroso o “loser”, allá es una costumbre, carretear o irse de fiesta en bicicleta.
Ya en el interior del club pudimos disfrutar de excelente música y ambiente. Un gran lugar para disfrutar de lo más top en fiestas electrónicas.
I amsterdam
El famoso símbolo I Ámsterdam se encuentra a un costado del museo Rijksmuseum dedicado al arte, la artesanía y la historia. Posee la más famosa colección de pinturas del Siglo de Oro holandés así como una rica colección de arte asiático y egipcio. El principal atractivo del museo radica en las obras de Rembrandt: La ronda de noche, La novia judía, El árbol de Jesé, La muerte de los inocentes y varios paisajes de la antigua Holanda.
El símbolo es formado por un juego de palabras en el que instan a “Ser o sentirse Ámsterdam”
La casa de Ana Frank
Es un museo dedicado a la diarista de guerra judía Ana Frank, que se ocultó de la persecución nazi con su familia y cuatro personas más en los cuartos ocultos al fondo del edificio. Así como la preservación del escondite y una exhibición sobre la vida y tiempos de Ana Frank, el museo funciona como un espacio para resaltar todas las formas de persecución y discriminación.
Es un lugar conmovedor, todo está preparado para que el visitante sienta el encierro y dolor que sufrieron sus ocupantes. Permanecieron escondidos ahí durante dos años y un mes hasta que fueron traicionados de manera anónima a las autoridades nazis, arrestados y deportados a sus muertes en campos de concentración. Del grupo que se escondía, sólo Otto Frank sobrevivió a la guerra, quien posteriormente publico el diario de vida de su hija Ana Frank con sus vivencias en el escondite.
Los coffee shops
En el barrio rojo, al igual que en otras partes de la ciudad, los llamados coffee shops venden pequeñas cantidades de marihuana, siendo esto tolerado mientras sean cantidades pequeñas (hasta 5 gramos diarios por persona), y a condición de que el comprador sea mayor de edad (Aunque algunos coffee shops no permiten la entrada a menores de 21 años).
Nuestro hotel estaba ubicado en el segundo piso de un coffee Shop, así es que yo creo que más de algo fumamos (sin fumar) en nuestra habitación, ya que el olor nos tenía literalmente en el cielo.
Ámsterdam, ciudad perdida, liberal y sin ley, ha sido uno de los viajes que más nos han maravillado, aunque pensando conservadoramente no terminaremos nunca de entender la cultura holandesa, la cual se ve ordenada, limpia y evolucionada a pesar de las libertades que tienen sus ciudadanos.
Ámsterdam definitivamente no es apta para conservadores, en el barrio rojo o “Red Light District” se exhiben en ventanas las prostitutas y se vende droga en los coffee shops en forma legal.
Atrévanse a conocer y vivir esta ciudad, no se arrepentirán.